¿Qué es la parusía?

Entendiendo la segunda venida de Cristo

La parusía es un término central en la escatología cristiana que ha inspirado generaciones de creyentes y teólogos. Esta palabra griega, que literalmente significa «presencia» o «venida», se refiere a la segunda venida de Jesucristo al final de los tiempos. Aunque la parusía puede parecer un concepto distante o abstracto, está profundamente conectada con nuestra vida diaria como cristianos, pues nos llama a vivir en constante preparación, esperanza y conversión.

En este artículo exploraremos el significado histórico, teológico y espiritual de la parusía, desentrañando los simbolismos asociados a ella y ofreciendo herramientas prácticas para integrar esta enseñanza en nuestra vida cotidiana.


La parusía en las Escrituras

El Nuevo Testamento está repleto de referencias a la parusía, especialmente en las palabras de Jesús y en las cartas apostólicas.

Las palabras de Jesús

Jesús mismo habló de su regreso en varias ocasiones, y cada vez lo hizo con un mensaje claro: no conocemos el día ni la hora (cf. Mt 24, 36). Entre las parábolas más conocidas sobre la parusía encontramos:

  1. La parábola de las diez vírgenes (Mt 25, 1-13): Aquí se nos exhorta a mantener nuestras lámparas encendidas, lo que simboliza la necesidad de estar siempre vigilantes y preparados espiritualmente.
  2. La parábola de los talentos (Mt 25, 14-30): Jesús nos invita a aprovechar los dones que nos ha confiado, recordándonos que rendiremos cuentas cuando Él regrese.
  3. El discurso escatológico (Mt 24): Jesús describe señales que precederán su venida, como guerras, hambrunas y falsos profetas, y nos llama a no temer, sino a perseverar en la fe.

Las cartas de los apóstoles

San Pablo y San Pedro desarrollan esta enseñanza:

  • En 1 Tesalonicenses 4, 16-17, Pablo describe la parusía como un evento glorioso donde los creyentes serán arrebatados junto a Cristo.
  • San Pedro, en su segunda carta (2 Pe 3, 8-10), destaca la paciencia de Dios, quien demora su venida porque desea que todos se arrepientan y alcancen la salvación.

Significados y simbolismos de la parusía

La parusía está cargada de simbolismos profundos que nos ayudan a comprender su relevancia teológica:

1. La venida en gloria

La parusía se representa como un evento de gloria y majestad. Cristo vendrá como Rey y Juez, estableciendo definitivamente su Reino. Este simbolismo resalta que el amor y la justicia triunfarán sobre el pecado y la muerte.

2. El juicio final

El juicio es un tema recurrente asociado a la parusía. Más allá del miedo, el juicio refleja la misericordia divina: Cristo no solo juzgará nuestras acciones, sino las intenciones de nuestro corazón. Este juicio nos invita a vivir en coherencia con el Evangelio.

3. Las señales en el cielo y la tierra

Las Escrituras mencionan fenómenos cósmicos (sol que se oscurece, estrellas que caen). Estas imágenes apocalípticas no deben tomarse de forma literal, sino como símbolos de una transformación radical: Dios hará nuevas todas las cosas (cf. Ap 21, 5).

4. El arrebatamiento de los creyentes

San Pablo utiliza el término «arrebatados» para expresar la unión definitiva con Cristo. Esto simboliza la esperanza de la resurrección gloriosa, cuando nuestros cuerpos serán transformados y participaremos plenamente de la vida eterna.


Relevancia teológica de la parusía

Un llamado a la esperanza

En un mundo marcado por la incertidumbre, la parusía nos recuerda que la historia tiene un destino: la victoria definitiva de Cristo. Esta esperanza no es pasiva, sino activa: nos impulsa a trabajar por la justicia, la paz y el amor en el presente.

La dimensión escatológica de la vida cristiana

La parusía no es solo un evento futuro; tiene implicaciones en nuestra vida diaria. Vivir con una perspectiva escatológica significa:

  1. Estar vigilantes: No distraernos con las cosas pasajeras, sino centrar nuestra vida en lo esencial.
  2. Trabajar por el Reino de Dios: Cada acto de amor y justicia prepara el terreno para la venida de Cristo.
  3. Confiar en la providencia: Aunque enfrentemos pruebas, sabemos que Dios tiene el control de la historia.

Aplicaciones prácticas para la vida cotidiana

La enseñanza sobre la parusía no es un mero concepto teológico; nos interpela a vivir de una manera que refleje nuestra fe en Cristo. Algunas formas de integrarla en nuestra vida son:

  1. Examen diario de conciencia: Evaluar cada día cómo hemos vivido el amor a Dios y al prójimo.
  2. Oración constante: Cultivar una relación cercana con Cristo, especialmente a través de la oración personal y los sacramentos.
  3. Compromiso con los necesitados: Servir a los pobres y marginados, recordando que en ellos encontramos a Cristo.
  4. Evangelización: Compartir nuestra fe con alegría, ayudando a otros a prepararse para la venida del Señor.

Reflexión final: vivir la espera con alegría

La parusía no es motivo de temor, sino de alegría. Es el momento en que Cristo cumplirá su promesa de «estar con nosotros hasta el fin de los tiempos» (cf. Mt 28, 20). Mientras esperamos su regreso, estamos llamados a ser testigos de su amor y a construir un mundo que refleje su Reino.

Como dijo San Agustín:

«El que ama la venida del Señor no teme el juicio, porque sabe que el juez es su amigo.»

Vivamos, pues, con esperanza, perseverancia y gozo, sabiendo que nuestra fe en la parusía nos asegura una promesa eterna: Dios será todo en todos.

Acerca de catholicus

Pater noster, qui es in cælis: sanc­ti­ficétur nomen tuum; advéniat regnum tuum; fiat volúntas tua, sicut in cælo, et in terra. Panem nostrum cotidiánum da nobis hódie; et dimítte nobis débita nostra, sicut et nos dimíttimus debitóribus nostris; et ne nos indúcas in ten­ta­tiónem; sed líbera nos a malo. Amen.

Ver también

El Arte de Morir Bien: La Última Lección del Catecismo

Introducción: La muerte, la gran maestra de la vida Desde los albores de la humanidad, …

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

error: catholicus.eu