En un mundo convulsionado por guerras, crisis morales y una fe que se enfría, las profecías de místicos católicos cobran una relevancia escalofriante. Entre las revelaciones más impactantes se encuentra el llamado «Gran Aviso», un evento sobrenatural que, según videntes como Sor María de Jesús Crucificado y San Pío de Pietrelcina, precederá a los Tres Días de Oscuridad, un período de purificación antes del triunfo final del Inmaculado Corazón de María.
Pero, ¿qué hay de cierto en estas profecías? ¿Son solo leyendas o advertencias divinas que debemos tomar en serio? En este artículo, exploraremos el origen teológico, las fuentes místicas y el significado espiritual de estos eventos, siempre bajo el discernimiento de la Iglesia.
1. ¿Qué es el «Gran Aviso»? Una Llamada de Conversión Sobrenatural
El «Gran Aviso» es una revelación privada que varios místicos han descrito como una iluminación instantánea de la conciencia, donde cada persona verá el estado de su alma ante Dios, como en un juicio personal. No será un castigo, sino una misericordia, una última oportunidad para arrepentirse antes de eventos mayores.
Las Fuentes Místicas del Aviso
- Sor María de Jesús Crucificado (mística carmelita del siglo XIX) dijo: «Dios enviará dos castigos: uno en forma de guerras, revoluciones y otros males; será originado por los hombres. El otro será enviado por el Cielo. Vendrá sobre la tierra una oscuridad intensa que durará tres días y tres noches. Nada será visible, y el aire se volverá pestilente y dañino. Solo la luz de los cirios benditos iluminará.»
- San Pío de Pietrelcina advirtió a sus hijos espirituales: «Guarden lámparas encendidas, porque llegará un tiempo en que estarán tres días en tinieblas. Quienes sobrevivan a esta prueba vivirán en una nueva era de paz.»
- Las Profecías de Garabandal (España, 1961-1965) también mencionan un «Aviso» que conmocionará al mundo entero, precediendo un gran milagro y un castigo.
Teológicamente, esto recuerda las palabras de Cristo: «Si no se arrepienten, todos perecerán» (Lc 13, 3). No es un mensaje de terror, sino de esperanza: Dios da señales para que volvamos a Él.
2. Los Tres Días de Oscuridad: ¿Castigo o Purificación?
El tema de los Tres Días de Oscuridad ha sido mencionado por múltiples santos y videntes, siempre con un mensaje claro: será un tiempo de prueba, pero también de protección para los fieles.
¿Qué Dicen las Profecías?
- La Beata Ana María Taigi (siglo XIX) describió: «Una oscuridad terrible cubrirá la tierra, durante la cual los demonios tomarán formas horribles y los impíos perecerán. Los que sobrevivan quedarán asombrados al verse con vida.»
- San Gaspar del Búfalo advirtió: «Quienes despreciaron la Divina Misericordia serán consumidos por el fuego del cielo.»
- El Padre Stefano Gobbi (Movimiento Sacerdotal Mariano) recibió mensajes de la Virgen indicando que antes del triunfo de su Corazón Inmaculado, habrá una gran purificación.
Interpretación Teológica
Estas profecías evocan el Éxodo (Ex 10, 21-23), cuando Egipto fue sumido en tinieblas, pero los israelitas tenían luz. También recuerdan las palabras de Cristo sobre el fin de los tiempos: «El sol se oscurecerá, y la luna no dará su resplandor» (Mt 24, 29).
No es un fin del mundo, sino una purificación necesaria, como un fuego que quema la maleza para que brote vida nueva.
3. ¿Cómo Prepararse Espiritualmente?
Ante estas advertencias, la Iglesia siempre ha enseñado discernimiento y oración. El Catecismo (n. 67) recuerda que las revelaciones privadas no son dogma, pero pueden ayudarnos a vivir mejor nuestra fe.
Consejos de los Santos
- Vivir en Gracia – Confesión frecuente y vida sacramental.
- Tener objetos benditos – Agua bendita, velas, crucifijos.
- Rezar el Rosario – La Virgen prometió protección a sus devotos.
- No caer en el miedo – Como dijo Jesús: «No temáis a los que matan el cuerpo» (Mt 10, 28).
Conclusión: Un Llamado a la Esperanza
El «Gran Aviso» y los Tres Días de Oscuridad no son mitos, sino advertencias llenas de amor, como un padre que alerta a sus hijos antes de un peligro. Dios no quiere el mal, pero permite la purificación para nuestra salvación.
En estos tiempos de incertidumbre, la mejor respuesta es la fe, la conversión y la confianza en la Divina Misericordia. Como dijo San Juan Pablo II: «No tengáis miedo. Abrid las puertas a Cristo.»
¿Estamos listos? La respuesta está en nuestro corazón.
📖 «Velad, pues, porque no sabéis el día ni la hora.» (Mateo 25, 13)
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