El Salmo Maldito: El Poder Oculto del Salmo 67/68 en la Guerra Espiritual contra los Demonios

«Que se levanten los enemigos de Dios y huyan ante su rostro… como se disipa el humo, así se disipen; como se derrite la cera ante el fuego, así perezcan los impíos ante Dios.» (Salmo 67/68, 2-3)

En los oscuros pasillos de la historia de la Iglesia, entre exorcismos y batallas espirituales, existió un arma poderosa, un salmo tan temido por los demonios que los sacerdotes lo recitaban como un escudo divino. Hoy, casi olvidado, el Salmo 67/68 (según la numeración hebrea, 68 en la Vulgata) fue conocido como «el salmo maldito» por su eficacia en la guerra contra las fuerzas del mal.

¿Por qué este salmo, en particular, era considerado una espada espiritual? ¿Qué secretos esconde su texto? Y, sobre todo, ¿por qué la Iglesia dejó de usarlo ampliamente en los ritos de liberación?

En este artículo, exploraremos el origen, la historia, el significado teológico y la relevancia actual de este salmo, rescatando una tradición casi perdida que puede ser clave en la lucha espiritual de nuestros días.


I. El Origen del Salmo 67/68: Un Canto de Victoria y Juicio Divino

El Salmo 67/68 es uno de los más antiguos y enigmáticos de la Biblia. Su estructura es compleja, llena de simbolismos bélicos y referencias a la intervención directa de Dios en la historia.

1. Un Salmo de Guerra Sagrada

Originalmente, este salmo era un himno de victoria, celebrando el triunfo de Yahvé sobre los enemigos de Israel. Su lenguaje es intenso:

«Que se levanten tus enemigos y huyan ante tu faz… Tú marches al frente de tu pueblo.» (v. 2, 8)

Los Padres de la Iglesia, como San Agustín y San Jerónimo, vieron en estos versos no solo una batalla histórica, sino una lucha cósmica entre el bien y el mal.

2. La Interpretación Cristiana: Cristo Desbarata a los Demonios

Los primeros cristianos leyeron este salmo en clave mesiánica:

  • «Subiste a lo alto, cautivaste la cautividad» (v. 19) → San Pablo lo aplica a Cristo que, tras su Resurrección, desciende a los infiernos y arrebata las almas de las garras de Satanás (Efesios 4:8).
  • «El Señor aplastará las cabezas de sus enemigos» (v. 22) → Una clara alusión a la victoria de Cristo sobre el pecado y el demonio.

Este enfoque hizo que el salmo fuera visto como un texto de poder contra las fuerzas demoníacas.


II. El Salmo Maldito en los Exorcismos Medievales

Durante la Edad Media, la Iglesia desarrolló ritos específicos para combatir el mal, y el Salmo 67/68 se convirtió en una pieza clave.

1. El Ritual Romano y los Exorcismos

En el Rituale Romanum (el antiguo manual de exorcismos), este salmo no estaba explícitamente prescrito, pero muchos exorcistas lo usaban por tradición. Se creía que:

  • Su mención de la «huida de los enemigos» (v. 2) provocaba terror en los demonios.
  • La imagen de Dios «disipando a los impíos como cera» (v. 3) simbolizaba la disolución del poder diabólico.

2. Testimonios Históricos

  • San Antonio Abad, padre del monacato, usaba este salmo contra las tentaciones demoníacas.
  • Exorcistas medievales relataban que, al recitarlo, los posesos reaccionaban con violencia, confirmando su eficacia.

3. ¿Por qué se le llamaba «el salmo maldito»?

No porque fuera maldito en sí, sino porque los demonios lo maldecían, pues les recordaba su derrota ante Cristo. Algunos manuscritos lo llamaban «el salmo que hace huir al diablo».


III. ¿Por qué Hoy Pocos lo Conocen?

Con el tiempo, el uso de este salmo en exorcismos decayó. Las razones son varias:

  1. Reformas Litúrgicas: El Concilio Vaticano II simplificó muchos ritos, y algunas tradiciones se perdieron.
  2. Falta de Formación: Muchos sacerdotes ya no están familiarizados con la teología de la guerra espiritual que sustentaba su uso.
  3. Miedo al Sensacionalismo: La Iglesia prefiere evitar prácticas que puedan ser malinterpretadas como «magia».

Sin embargo, el demonio no ha dejado de actuar, y la necesidad de armas espirituales sigue vigente.


IV. ¿Debemos Recuperar el Salmo 67/68 Hoy?

En un mundo donde el ocultismo, el satanismo y la opresión demoníaca aumentan, este salmo puede ser un escudo espiritual.

Cómo Usarlo con Sabiduría

  1. No como «fórmula mágica», sino con fe y bajo dirección espiritual.
  2. En oración personal, especialmente en momentos de fuerte tentación.
  3. Junto con otros salmos de protección (como el 91 o el 35).

Conclusión: Un Arma Olvidada, Pero No Perdida

El Salmo 67/68 no es un texto maldito, sino bendito, porque proclama la victoria de Dios sobre el mal. Su poder no está en las palabras, sino en la autoridad de Cristo, que nos ha dado poder «para pisotear serpientes y escorpiones» (Lc 10:19).

Hoy, más que nunca, necesitamos redescubrir las armas espirituales que la Tradición nos ha legado. ¿Te atreves a invocar este salmo en tu batalla?

«Bendito sea el Señor, que cada día nos colma de beneficios, el Dios de nuestra salvación.» (Salmo 67/68, 20)

¿Has usado este salmo en tu vida espiritual? ¡Comparte tu experiencia en los comentarios!


[Nota: Este artículo es informativo y no sustituye la guía de un sacerdote o exorcista. En casos de grave opresión demoníaca, busca ayuda eclesial.]

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Pater noster, qui es in cælis: sanc­ti­ficétur nomen tuum; advéniat regnum tuum; fiat volúntas tua, sicut in cælo, et in terra. Panem nostrum cotidiánum da nobis hódie; et dimítte nobis débita nostra, sicut et nos dimíttimus debitóribus nostris; et ne nos indúcas in ten­ta­tiónem; sed líbera nos a malo. Amen.

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